Estamos
trabajando la inteligencia emocional del alumnado a través del yoga.
Entrelazamos temas de importancia emocional con las posturas, de esta
manera integramos cuerpo, mente y espíritu, explorando,
equilibrando, integrando y potenciando las tres fuerzas dentro de
nosotros. Sentimos que es importante que los niños y niñas se
expresen también con las artes plásticas, para ayudarles en este
proceso de exploración, expresión y comprensión. En esta clase
repetimos el tema base de “raíces y alas”. Inspiramos nuestra
práctica dibujando libremente al principio de la clase un árbol.
Sencillo y abierto, sin mucha instrucción, simplemente “dibuja un
árbol, el que te venga a la mente ahora mismo, en cualquier lado de
cualquier manera.”
La
arte terapia es un campo muy amplio. En mi manera de trabajar, no
entrenada profesionalmente en esta terapia, no rebusco demasiado los
porqués de los colores ni de las formas que dibuja el alumnado.
Observo y tomo nota mental de lo obvio (en el paisaje de este
muchacho, hay una tormenta. Hmmmm). Siento que el acto de la
expresión libre y sin juzgar es, en sí, una terapia liberadora.
En
este caso, usamos sus dibujos también para inspirar la expresión de
las posturas. “Mira o recuerda tu dibujo, conviértete en ese árbol
de tu creación. Arraiga bien tus pies. Encuentra tu línea central,
el tronco fuerte y largo de tu árbol, expresa tu belleza exhalando a
través de las ramas largas y libres. Extiendo los brazos al cielo y
más allá.
En
savasana: “Túmbate, cierra los ojos y respira profundamente.
Imagina que estás tumbado debajo de tu árbol, en ese espacio que tú
has creado. Siente y huele la hierba debajo de tu cuerpo, ahora la
esterilla y la pintura verde de este cuarto se convierten en ese
lugar de afuera, al aire libre…” etc.
Recuerdo
muy bien el comentario de uno de los niños cuando les dije que
cogieran papel y ceras: “Qué bien, cómo si estuviéramos en
primaria.” Y casi a coro todos decían que sí y se creó un
ambiente agradable, juguetón, inocente y de calma. La práctica fue
bonita, el arte nos unió a todos un poquito más. La relajación fue
tranquila. Tengo a varios que no cierran todavía sus ojos, pero me
siguen en la palabra y están sintiendo los efectos del trabajo, se
les nota en los ojos y en el cuerpo.
Después
de cada clase suelo terminar preguntando: ¿qué es lo que más te ha
gustado hoy? Sus respuestas son muy ambiguas en muchos casos, “No
sé, las posturas, la relajación….no sé maestra…” Tenemos a
un niño que no se expresa todavía. El día que sí lo haga, será
para mi un día muy importante. Paciencia… y sigo indagando ¿qué
necesita este niño…?
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