miércoles, 23 de abril de 2014

DÍA 2: "El Árbol de las EMOCIONES"



Estamos trabajando la inteligencia emocional del alumnado a través del yoga. Entrelazamos temas de importancia emocional con las posturas, de esta manera integramos cuerpo, mente y espíritu, explorando, equilibrando, integrando y potenciando las tres fuerzas dentro de nosotros. Sentimos que es importante que los niños y niñas se expresen también con las artes plásticas, para ayudarles en este proceso de exploración, expresión y comprensión. En esta clase repetimos el tema base de “raíces y alas”. Inspiramos nuestra práctica dibujando libremente al principio de la clase un árbol. Sencillo y abierto, sin mucha instrucción, simplemente “dibuja un árbol, el que te venga a la mente ahora mismo, en cualquier lado de cualquier manera.”
La arte terapia es un campo muy amplio. En mi manera de trabajar, no entrenada profesionalmente en esta terapia, no rebusco demasiado los porqués de los colores ni de las formas que dibuja el alumnado. Observo y tomo nota mental de lo obvio (en el paisaje de este muchacho, hay una tormenta. Hmmmm). Siento que el acto de la expresión libre y sin juzgar es, en sí, una terapia liberadora.



 

En este caso, usamos sus dibujos también para inspirar la expresión de las posturas. “Mira o recuerda tu dibujo, conviértete en ese árbol de tu creación. Arraiga bien tus pies. Encuentra tu línea central, el tronco fuerte y largo de tu árbol, expresa tu belleza exhalando a través de las ramas largas y libres. Extiendo los brazos al cielo y más allá.
 

En savasana: “Túmbate, cierra los ojos y respira profundamente. Imagina que estás tumbado debajo de tu árbol, en ese espacio que tú has creado. Siente y huele la hierba debajo de tu cuerpo, ahora la esterilla y la pintura verde de este cuarto se convierten en ese lugar de afuera, al aire libre…” etc.

Recuerdo muy bien el comentario de uno de los niños cuando les dije que cogieran papel y ceras: “Qué bien, cómo si estuviéramos en primaria.” Y casi a coro todos decían que sí y se creó un ambiente agradable, juguetón, inocente y de calma. La práctica fue bonita, el arte nos unió a todos un poquito más. La relajación fue tranquila. Tengo a varios que no cierran todavía sus ojos, pero me siguen en la palabra y están sintiendo los efectos del trabajo, se les nota en los ojos y en el cuerpo.

Después de cada clase suelo terminar preguntando: ¿qué es lo que más te ha gustado hoy? Sus respuestas son muy ambiguas en muchos casos, “No sé, las posturas, la relajación….no sé maestra…” Tenemos a un niño que no se expresa todavía. El día que sí lo haga, será para mi un día muy importante. Paciencia… y sigo indagando ¿qué necesita este niño…?



No hay comentarios:

Publicar un comentario